Cuando al sr. Héctor M. Burns le dieron el diagnóstico sobre su estado de salud, el Dr. no pudo mentirle ni disfrazar la noticia sobre la gravedad del asunto.
Estaba seguro que el sr. Burns lo superaría en poco tiempo, con la ayuda de los mejores especialistas al alcance de su fortuna.
Dudaba el Dr. Randa sobre la opinión que tuviera de la muerte; siempre tan fuerte, tan poderoso, tan terrenal y seguro...dirigiendo su imperio de palabras de canje, con una única creencia: El Poder, (jamás lo escuchó admitir la finitud del Poder), y un único Libro Sagrado, ése que los demás suelen llamar Diccionario.
Para el sr. H.M. Burns, libros como la Biblia, el Corán y la mismísima Torá, son un simple resúmen ordenado de diferentes formas, de aquel Libro Sagrado, al cual él mismo había modificado tachando con un simple trazo de birome ciertas palabras.
Así, conjuntos de letras tales como: VERDAD, MENTIRA, INFAMIA, APROPIACIÓN Y DERECHOS, entre otras, fueron omitidas del Gran Libro.
En todo caso, si no podía pronunciarlas no existirían. Y si fuera necesario...pagaría a los mercenarios para dejarlas escritas según la conveniencia del momento.
Conducir un buen rebaño de Palabras era fácil, en tanto producía dinero, y el dinero pagaba a la palabra.
Y al Sr. Burns nadie le discutía la forma de conducir sus rebaños...NADIE.
El Dr. Randa buscó en el Libro Sagrado la palabra MIEDO.
Aún no había sido eliminada, una esperanza para su paciente. Podía insistir y convencerlo de aceptar un novedoso tratamiento contra su terrible enfermedad.
Es verdad que aún no había sido experimentado en humanos, pero tenía fé en el razonamiento del mismo:
"Enfrentarse a los miedos"
Tal el nombre que le puso al nuevo experimento, y que ésta misma tarde le proponía al sr. Hector M. Burns, quien lo miraba azorado, sin dar crédito a lo que estaba escuchando y sin poder evitar el Génesis de la palabra:
"En el principio fué el Enfrentamiento, y todo lo podía manejar...
luego vino la Muerte, acompañada de banderas, cantos, gritos, llantos y agradecimientos.
Una Muerte tan inesperada como casi todas las Muertes, pero que se atrevió
a enfrentar el dominio ejercido por el sr. Burns y su sagrado libro, con arengas jóvenes y
con palabras viejas: ¡Fuerza! ¡Estamos con vos! ¡No te abandonaremos!
Luego...irremediablemente, el sr. Héctor M. Burns comprendió el significado de la palabra
"MIEDO"
Se pregunta porqué...no la tachó antes de su Sagrado Libro.
ARANTZAZU
